Nos levantamos con la ilusión de saber que esta era la primera etapa de nuestro road trip auténtico, en coche, recorriendo múltiples estados para llegar al destino final: San Francisco y el océano Pacífico.
Decidimos optimizar la recogida del coche ya que teníamos que ir al aeropuerto a por nuestra mini van. Dos de nosotros fuimos a por el coche para posteriormente recoger a los restantes miembros del equipo con las maletas. La reserva del coche la realizamos con Alamo previamente desde España para asegurarnos una minivan de 7 pasajeros, y así contar con suficiente espacio para los 5 y nuestras respectivas maletas( o lo que quedaba de alguna de ellas) y mochilas. El coche seleccionado era un Dodge Gran Caravan aunque finalmente nos dieron un Chrysler Pacifica bastante nuevo y muy bien equipado: puertas y maletero automáticas, climatización, asientos calefactados, radio satélite, navegador… Un gran cambio.
Con el coche cargado, el depósito lleno, música de viaje, ukelele y el navegador preparado ahora si; empezaba el road trip. Uniformados con nuestras camisetas recientemente adquiridas de road trip en nueva orleans( de diferentes colores) nos lanzábamos a la aventura. Primer destino: Houston.
Eso si, antes de empezar el viaje teníamos una parada prevista en el mercedes benz superdome , lugar dónde juegan los Saints, y la tienda de la NBA situada en el estadio contiguo, casa de los New Orleans Pelicans. Justo al salir descubrimos la mejor gorra que veríamos a lo largo del viaje pero uno de los viajeros prefirió quedarse con su recién adquirida gorra del montón. Los remordimientos le acompañarían el resto del road trip( y a lo largo de su vida).
Unas 5 horas de viaje que nos llevaron a cruzar Louisiana en unos tramos de autovía bastante pintorescos, entre vegetación y pantanos,con el fin de alcanzar la frontera con el estado de Texas.
Parada de avituallamiento en Subway(lo más sano de las opciones posibles) y compra de víveres para seguir con el viaje. Merece la pena resaltar la cantidad de estaciones de servicio en la autovía; casi cada 5 km podíamos encontrar una. Todas ellas con sus restaurantes de comida rápida y tiendas. Todo muy bien preparado para largos viajes en carretera.
Con la intención de fotografiarnos en el cartel de bienvenida del estado de Texas nos desviamos durante unos kilómetros por una carretera secundaria que nos conduciría a la frontera interestatal. Un cartel y un mapa de Texas dan la bienvenida a este mítico estado tantas veces inmortalizado en películas. Las fotos eran obligatorias.
¿Qué decir de Texas? Un gigantesco estado con una idiosincrasia distinta del resto del país, de mayoría conservadora y famoso por sus barbacoas y ranchos que ocupan vastas extensiones de terreno. Cruzar el estado nos llevaría 3 días. Finalmente estábamos en Texas.
Houston y nuestro hotel, situado convenientemente cerca del Space Center, aparecieron al cabo de unas cuantas millas de carreteras rectas de distancias kilométricas. Y si, la cercanía del Space Center se notaba en cualquier establecimiento.
El viaje en coche transcurrió sin ningún sobresalto y con tres conductores distintos para evitar el cansancio. Alguno de los pasajeros hizo del coche su habitación esparciendo sus pertenencias a lo largo del mismo( y es bastante largo) con la consecuente tarea de recolectarlas al llegar al destino. Alguna canción con el ukelele, algún vehículo estrafalario y algún cartel de Trump/Pence al cruzar al estado de Texas nos fueron amenizando el viaje.
El hotel de Houston era bastante correcto, con dos camas dobles por habitación( lo que llevó al correspondiente sorteo de DNIs para la cama compartida), televisión y un baño amplio.
Poco había que hacer en nuestra zona así que nos limitamos a ir a una de las múltiples franquicias a tomar un par de cervezas y unas hamburguesas.Texas Style.